Camilo Egas

Se formó como pintor en la escuela de "Bellas Artes" de Quito y en las academias Real de Roma, San Fernando de Madrid y Colarroisse de París. Al regresar de Europa tuvo la intención de radicarse en Ecuador y pintó cuadros precursores del indigenismo.
En 1918 ganó el primero premio en el Salón más importante del tiempo, el "Mariano Aguilera", con tres telas de motivo indígena: "San Juanito", "Los sahumeriantes" y "Las floristas". Hasta entonces en la pintura del indio se había pasado del documentalismo costumbrista de los pintores del XIX a cierta idealización academicista
En 1.943 pintó “Infierno”, obra de una visión definida. En 1.949 pintó “Desolación”, obra de visión dantesca de un campo yermo.

En 1.956 el viejo pintor escrutó sus raíces y creó cuadros de gran majestuosidad como “Las Viudas” e “Indios a la Luz de la Luna”, resolviendo con lo mínimo lo máximo, sin olvidar los símbolos representativos. Sus figuras dejan las líneas y empiezan a disolverse en masas de expresiva sencillez, la superficie se llena de bultos que flotan para tornarse en sensaciones, en relieves o en ligeras insinuaciones de color, en síntesis todo vuelve a la nada tras un perturbador sondeo en el silencio de sus telas grises, en intuitivo rastreo de los límites de su propia vida. Así surgen “Gente en el campo”, “Remolino”, “Transición”, “Las Cuatro horas”, “Antes del oscurecer”, “Formación”, “Comprensión”, “Cielo”, “Horas tempranas”, “La Luz delante”, “El Ultimo día”.

Camilo Egas

Rafael Troya: El pintor de los Andes

Rafael Troya nació en Ibarra en 1845, murió en 1921. La mayoría de sus años vivió en Quito y en Colombia. Además de un gran artista muralista fue retratista, y para algunos críticos está su mejor tendencia. Además tocó temas religiosos y pintó paisajes. Dos de sus óleos se encuentran expuestos en el Museo de Arte Moderno de la casa de la Cultura Ecuatoriana: "Cascada del Agoyán" y "Litoral".
Lo interesante en Rafael Troya es que ya en 1871, joven aún, integró la expedición científica de los sabios Reiss y Stübel, trabajando frente a la naturaleza ecuatoriana y sumido en ella absolutamente. Recorrió secciones de nuestra selva Oriental y ascendió a las cordilleras. Fue también a Colombia dejando en Pasto y Popayán recuerdos de su admirable pincel.
Otras de sus obras se admiran en el local que hoy está destinado al funcionamiento del Centro Educativo Alejandro Cárdenas de Quito. Además, en la calle Loja, donde también vivió su hermano José María Troya. En muchos hogares de Quito y otras ciudades del país, existen cuadros de la autoría de! famoso artista Rafael Troya. En la actual casa de la familia Paucar, tras el convento de San Francisco, se hallaron cinco murales de temas religiosos. Sus medidas son de aproximadamente dos por dos metros. 

¿Sincretismo o Proselitismo?


·         Los pobladores de Misahualli
Esta imagen es clara muestra de sincretismo religioso es un proceso, generalmente espontáneo, consecuencia de los intercambios culturales acaecidos entre los diversos pueblos. Es un proceso en el que se intenta superar una situación de crisis cultural producida por la colisión de dos tradiciones religiosas diferentes. Es un intento por conseguir que dos tradiciones culturales diferentes sean capaces de crear un ámbito de cohabitación en armonía. Su característica principal es que se realizar a través de la mezcla de los productos culturales de las tradiciones coincidentes.
El proceso de sincretización religiosa debe desarrollarse a la manera de una simbiosis en la que los dos cultos se mantengan. Pero esta simbiosis no se debe entender como la consecución de la cohabitación de las tradiciones implicadas, la simbiosis puede dar lugar al nacimientos de una nueva identidad cultural única incluso manteniendo dos cultos distintos. Para entender su profundidad debemos distinguir previamente entre la experiencia religiosa y la experiencia cultural. La ornamentación de la tradición, debe reconocerse como ornamentación. Debe entenderse que la esencia no se encuentra en la forma de un rito, sino en su significación sin confundir la significación con el significado del culto. El sincretismo es, por tanto, un proceso ajeno a la propuesta abstrayente de la comunión de cultos a través del reconocimiento de una divinidad común, la vía de comunión son los productos culturales de la religión.
De esta manera, el sincretismo no es un proceso automático fruto del diálogo o de una puesta en común. La realización del sincretismo religioso no surge del acuerdo sino de la cohabitación. El momento en el que dos culturas diferentes se encuentran cara a cara puede provocar un grave conflicto. El sincretismo supone aceptar la situación de crisis y afrontarla en dos etapas: la acomodación y la asimilación.
Durante la acomodación no se produce ningún cambio en ninguna de las culturas. Se produce un ajuste exterior, que se puede producir de forma rápida, pero no supone un paso sólido. La acomodación de las culturas se puede entender como una toma de consciencia por parte de los individuos de cada cultura de la existencia de una cohabitación dentro de un mismo espacio vital de dos tradiciones diferentes. Se pueden producir cambios en la fachada de cada tradición en una búsqueda de hacer más fácil la relación, pero todos los individuos guardan los valores de su cultura original.
La segunda fase, la asimilación, afecta a las culturas en conflicto que se fusionan a través de una interpenetración. Los individuos pertenecientes a las diferentes tradiciones no se cierran sobre sus valores originarios, sino que se abren, aceptando y adquiriendo nuevas costumbres. Es un proceso muy lento e inconsciente. La asimilación se produce con la aparición de una historia común para las dos tradiciones. Los individuos viven el mismo día a día desde dos tradiciones diferentes, pero forman un nuevo grupo que se forma con la integración de los diferentes individuos a un nuevo ámbito social.
El objetivo último del sincretismo es alcanzar la asimilación religiosa, pero para ello siempre es necesario la acomodación. La acomodación permite al individuo vivir dentro de un nuevo mundo plural como en un ámbito propio. Se podría decir que la asimilación necesita de una convivencia natural con las nuevas culturas.

La muestra compuesta por 51 fotografías en blanco, negro y a color,  recoge las diversas miradas sobre el Quito de los siglos XIX y XX, por parte  de 22 fotógrafos, de los cuales cuatro están vivos: Augusto de la Rosa, César Moreno,  Luis Mejía y Víctor Jácome. Se exhiben además cuatro fotografías de autores no identificados, así como ampliaciones de las primeras fotografías a color de Theodor Goldschmid, y  una  fotografía sobre Quito de 1862, una de las más antiguas, cuyo autor es Camillus Farrand.

Luis Mejia
Luis Mejía. Quito de los sesenta
   
 
“El Quito de los años 60”, catálogo de colección, recoge 78 fotografías, en blanco y negro, de autoría del prestigioso cronista gráfico Luis Mejía, quien llegó a optar este oficio por casualidad. Nacido en Guamote, provincia del Chimborazo, Mejía trabajó en prestigiosos medios de comunicación impresa, como el desaparecido Diario  El Tiempo y las revistas Vistazo, Hogar y Estadio y Diario Hoy, así como para la agencia internacional de noticias Associated Pres, así como para instituciones como la Cancillería, Banco Central del Ecuador, Casa de la Cultura Ecuatoriana y Universidad Católica, en calidad de fotógrafo free lance.
El Quito de los sesenta, en fotografía, es un recuerdo del pasado, de esa ciudad que se presentaba al inicio de la modernidad y de la vida cotidiana de su gente, que fue la principal protagonista de una época considerada de “roptura”.
http://www.cncultura.gov.ec/q60.html

Sebastián Crespo

Sebastián Crespo, en sus fotografias la cuales representan la dualidad, que es una forma de ilusión, pero también de realidad. El espacio se percibe a partir de la capacidad para captar la luz, y la fotografía es posible gracias a ella. Dualidades se pueden encontrar en cada imagen vacio y plenitud, luz y oscuridad, movimiento y quietud, soledad y vitalidad. Dentro de la fotografía es una propuesta diferente, es un arte que sale del común y entra en los paisajes. Es una interpretación de la realidad, pero vista de otro ángulo.

El COMIC


Los cómics surgieron, precedidos de una larga tradición de narrativa iconográfica en Europa y por un exuberante desarrollo de la ilustración, en el seno de la industria periodística estadounidense, a finales del siglo XIX.
Los cómics nacieron en Estados Unidos como consecuencia de la rivalidad de dos grandes rotativos de Nueva York: el World (New York World), propiedad de Joseph Pulitzer desde 1883, y el Morning Journal, adquirido por William Randolph  Herast en 1895.
La palabra cómic designa a aquello que algunos denominan figuración narrativa; esa forma híbrida que mezcla texto e imagen se desarrollo en Norteamérica a fines del XIX.
A estas narraciones se las ha denominado cómics porque fueron esencialmente cómicas. Hasta 1929 no apareció el primer cómic realista, Tarzan, de Harold Foster, inspirado en la obra de Burroughs.